viernes, octubre 28, 2011

Beautiful day

Al loco Sebote, partícipe necesario...

Que un trinar te despierte y te sirva en bandeja el maravilloso olor a pan de la panadería a la vuelta de casa; es un vaticinio de un fantástico día.
Mi barba tiene el largo óptimo, no ha sonado el teléfono en toda la mañana, nadie ha venido a intentar venderme cosas inútiles y encima, apenas enciendo la radio suena: "All shook up".
Me dan ganas de bailar y bailo.
Me dan ganas de andar en bicicleta y subo. Siento la frescura del viento modelar mi imagen.
Me siento muy bien, mis poros lo ratifican. Todo mi ser absorbe lo mejor de mi alrededor y lo canaliza en esta estúpida sonrisa que llevo con orgullo.
Me detengo en la plaza de la magnífica fontana en el centro. Los chicos están jugando con barquitos de papel. Un fútbol pega en el borde la la fuente y casi cae al agua, dos equipos respiran aliviados. Aquél joven quita con extrema delicadeza un rubio mechón de un rostro, ese otro rostro ofrece su boca como recompensa. Se van lejos. Hoy creo en ellos. Creo en todo lo que me rodea. Hasta en la sabiduría y esperanza de ese anciano que da vida, con miguitas a las palomas.
Hoy soy una sola vibración.
Hoy todo tiene sentido.
¡Sí señor, hoy...es un hermoso día para suicidarse!
Dejar la bicicleta...tomar el revólver del policía...sentarse en el borde de la fuente...ponerse el caño en la boca y...volarse la tapa de los sesos.
¡Sí señor! que las palomas huyan despavoridas, que el viejo suba el cierre de su bragueta porque se estaba tocando mientras veía los niños de los barquitos, que los niños lloren por sus barcos ensangrentados, que los tortolitos ni cuenta se den de lo sucedido, que el policía se percate tarde de la ausencia de su arma (porque estuvo muy concentrado configurando música en su celular), que los tipos del partido agradezcan que la pelota no pegó antes en el borde de la fuente porque sino nadie se hubiera atrevido a limpiarla, que el cuidador de la plaza putee al quitar el cuerpo y toda la masa encefálica de la fuente y que siga puteando al limpiar con la hidrolavadora la sangre inmiscuida entre las piedritas del piso, que deduzcan que la bici que quedó con la patita puesta para no caerse y rayarse, era la mía.
Que al otro día en el trabajo me den un minuto de silencio por haber sido un excelente empleado y...que toda la gente se cuestione los motivos por los cuales ese ser, que no le debía nada a nadie, que no tenía enemigos, que era un buen tipo, que tenía un gran futuro y toda una vida por delante, que estaba completamente enamorado, que se sentía espléndidamente bien: porqué terminó de esa manera.
¡Sí señor, hoy es un hermoso día para suicidarse!

martes, octubre 25, 2011

La cortina de bambú

Quizás me tilden de estúpido o de un tipo fácil de convencer pero la verdad es que me chupa un huevo porque el planteo del beso que "El Mostro Gómez" realizó aquella madrugada de Octubre de un mil novecientos noventa y nueve, todavía lo conservo en la heladera, bien sostenido por el imán de la "Pizzeria Santi".
He aquí, más o menos, la transcripción que pude hacer del mismo:
"...el beso es un foco de contagio de enfermedades, podés agarrarte una mononucleosis o una simple gripe (bueno, no tan simple ahora ya que viene complicada) hasta herpes o incluso hepatitis (si se dan ciertas condiciones).
Además...es una fijación de la libido en la boca, en cierta manera se succiona por eso se lo llama chupón ¡Por succionar! O sea, hay que trabajar ahí con un especialista! ¡Andá a saber por qué el tipo o la mina lo hacen! ¡Algún mambo han de tener!
Por otro lado, decime si no es también un asco: se pasan la comida, los chicles... tenés que bancarte el mal aliento...y lo peor de todo es: cuando te acostumbrás a besar, ahí el beso pasa a ser: UN TRÁMITE IMPOSITIVO, EL MUEBLE DE LA ABUELA, UNA BOLSA DE NYLON, UNA YEMA DE HUEVO GUARDADA EN LA HELADERA, UNA DE ESAS CORTINAS DE BAMBÚ..."

miércoles, octubre 19, 2011

C.C. Podestá

Cuando entré a la casa de C.C. Podestá, él estaba colgado del techo boca abajo. Tenía en los pies unas ventosas que le permitían mantenerse en esa posición.
Mientras su rostro pasaba rápidamente del colorado al morado, me dijo:
"Beto, nunca se sabe cuándo tendremos que caminar por los techos, hay que estar preparado".
C.C. Podestá, siempre tuvo excentricidades. Recuerdo que una vez se fracturó adrede el brazo derecho para poder escribir con la mano menos hábil.
Otra vez: se pasó años recostado boca arriba con los dedos de las manos entrelazados. La teoría era la siguiente:
"...la reencarnación existe, pasa que volvés al mismo cuerpo y como vas a estar dentro de un cajón a metros del suelo, no sirve desesperar. Mejor acostumbrarse a una posición cómoda porque morirás otra vez y aparecerás en el mismo lugar indefinidamente, si no practicás podes hasta perder el juicio ahí dentro..."
En ese instante, no pude quedarme callado y lo ataqué con la siguiente pregunta:
¿Qué sucede con los que son cremados?
C.C. Podestá, me respondió: "...no todo tiene respuesta, te podés volver loco si pensás lo contrario, ojo con eso..."
Luego de semejante revelación, sucedió lo siguiente:
Algo golpeó con fuerza mi cabeza y al abrir los ojos, en frente y dentro de la bañadera estaba C.C. Podestá ridículamente vestido con uno de esos trajes de baños antiguos: camisa-pantalón.
"No te muevas, podés matarte...", me dijo muy serio.
"La cosa es así, tengo que volver a no utilizar mis pulmones. Pronto volveremos al agua ¡Como los bebés! Hoy necesito llegar a los 34 minutos y alguien me tiene que retener ahí debajo, pase lo que pase".
Consternado pude observar que a mi alrededor había montado una concatenación macabra. Si llegaba a moverme, aparentemente a C.C. Podestá una polea le quitaba las pesas que tenía encima de su pecho, pudiendo salir a la superficie. Al salir a la superficie otro mecanismo se ponía en funcionamiento y entre otras cosas, una cuchara terminaba golpeando el pestillo de un revolver que apuntaba directo a mi cabeza.
"Cuando suene ese despertador, podrás hacer lo que quieras..." me dijo mientras tomaba una enorme bocanada de aire y se sumergía.
Lo que viví fue un verdadero espanto, fueron los 34 minutos más largos de mi vida.
No tiene sentido ahondar en detalles morbosos pero sí es mi obligación aclarar que C.C. Podestá peleó, como nunca fui capaz de pelear, por mi vida.

martes, octubre 18, 2011

Carne cruda

Al señor "N" se le reventaron 2 neumáticos. Aclarar que fue en el mismo instante, en un paso a nivel, de noche y mientras llovía. Además sería conveniente mencionar que esa situación es propia de alguien que ha sido meado por un elefante.
No tiene otra alternativa que cambiar al menos uno, para poder continuar y salir de ese atolladero.
Guarda las llaves en su bolsillo, pone las balizas y abre el baúl.
Cuando está aflojando la tuerca, se le escapa la llave cruz y le da en la mano (le hace un tajo) obviamente putea y se cae la... (pará que suena el teléfono).
¿Hola?
Si, ¿me podría comunicar con el Pastor Ledesma?
Escúcheme bien, el Pastor Ledesma ya no tiene más este número cuántas veces...
¿Sabe dónde lo puedo encontrar?
Sí, claro que sé: ¡lo metieron preso por corromper menores...a ese hijo...!
Bueno, sigamos... ¿en qué estaba? ahh si...
La cosa es que cambia la cubierta en plena lluvia y arranca con la otra en llanta hasta una gomería que estaba a escasos metros (con la lluvia torrencial no pudo ver que tenía una gomería cerca).
Es una de esas gomerías que te cambian la goma por dos mangos y encima te venden tu propia taza , "la que perdiste al cruzar el paso a nivel".
Bien, ahí el tipo se percata que ha perdido el llavero (no las llaves) sino el llavero (es un llavero particular, en realidad es una moneda mexicana con la cara de un caballero águila de un lado y con el calendario maya del otro).
Desde la gomería observa que... (pará que ahora tocan la puerta ¡Quién mierda será!)
¿Si? ¿Quién es?
¡El tío Ariel!
¡Hola tío Ariel, hola tía Pancha! ¡Tanto tiempo! (qué alegría, la puta madre...)
Pasábamos por acá y pensábamos tomar unos mates con vos...¿Qué te parece?
¡Trajimos facturitas!
¡Buenísimo! (odio los mates)
¿Sabés a qué hora llega tu papá? pasamos por ahí y no estaban...
(Entonces no venían a verme, caraduras)
Ni idea, vaya uno a saber dónde andan...
A ver si puedo aunque sea terminar la idea. El tipo, desde ahí: vislumbra a un ser que se agacha a juntar algo sobre la calzada más o menos en el mismo lugar donde él estaba cambiando la goma, entonces...
¡Qué lindo que quedó el mueble de la cocina! ¿Lo pintó Luis?
Sí, Luis trabaja muy bien...
Después pasanos el teléfono porque tenemos pensado...
Sale corriendo bajo la lluvia e intenta encontrarse con ese extraño ser...
Cero tres cinco uno cuatro setenta y seis ochenta y...
Logra interceptarlo y lo toma del brazo y le pregunta si lo que tiene en la mano es su llavero...
¿Dijiste sesenta o setenta?
¡Setenta!
Lo que pasa es que ya no escucho bien decí que tengo una vista de
El tipo corre sus mechas mojadas (ojo que no se parezca a la parte del viejo de la lluvia) no, quedate tranquilo que no se va a parecer...
Y en ese instante "N" observa que el tipo es exactamente igual a él. Es en realidad él, pero hecho linyera. (La idea es que sean idénticos o sea tratar de que el que lea, sepa que son como dos gotas de agua, ojo con eso).
"N" se queda pasmado por la similitud,ya que hasta...
¡tiene un corte reciente en la mano como él!
En ese instante...
(Ruido de la pava hirviendo)
¡Apagala rápido!
¡Que lástima que hirvió! dicen los que saben que...
El croto toma un caño galvanizado y se lo da por el marote...
Pedazos de sesos vuelan por el aire y "N" cae fulminado contra los pastizales...
El vagabundo...
¿Dónde tenés el edulcorante?
El vagabundo...ahí en la primer puerta bajo el horno...
¡Ahí está, me mandó un mensaje tu viejo, dice que ya llegaron!
¿Les digo que vengan para acá?
El vagabundo... toma las/sus prendas (o de él mismo), se dirige a la gomería: saca la billetera, paga la reparación...
¡Ramón! ¿Les digo que vengan para acá?
Sube al auto y conduce hasta su casa.
Cena en su mesa, les da unas bofetadas a sus malcriados hijos...
¡Ramón! ¿Estás bien?
Deja el llavero sobre su mesa de luz.
Y...finalmente: se acuesta con su mujer.

Sí, ahora estoy mejor...
Que vengan nomás...¿Pancha, cómo estás de la rodilla? ¿Sabías que hay un ungüento que venden en las veterinarias hípicas que...

sábado, octubre 08, 2011

Manual del suicida (manuscrito de "C")

Varias son las razones que me llevaron a tomar esta terrible y/o maravillosa decisión:
Odio el amanecer... esa sensación de que el día empieza y queda un largo trecho por recorrer, me estremece.
Odio orinar.
Odio a dios y por lo tanto a su gente.
Odio al sexo de utilería y también al sexo propiamente dicho.
Odio al amor o a la ficción que son la misma mierda.
Odio las voces, las infinitas voces en mi mente.
Odio mi mente.
Odio mis incontinencias/inconstancias, mis continencias/constancias.
¿Dije que odio abrir los ojos? No, no lo dije.
¡Odio los panqueques con dulce de leche repostero!
Odio a los mosquitos.
Odio la falta de aire y odio al aire.
¿Dije que odio lo que siento? No, no lo dije.
Odio pagar los impuestos.
Odio que crezcan las uñas.
¿Dije que odio orinar? Sí, ya lo dije.
Odio los timbres, todos.
Odio la euforia porque después...

Es cierto que tuve predilección por el ocaso pero pensándolo bien...
ahora, odio al ocaso.
Quizás...pueda aferrarme a...¡No!, ¡a quién quiero engañar!...¡si ya no puedo distinguir fantasía de realidad!
Y...para rematar (valga la redundancia): ¡Siempre odié el sabor de la cerveza, del vino y del whisky!



("C" fue arrollado por el subte "B" en las proximidades a la "La Estación de los Incas", Buenos Aires).