miércoles, marzo 30, 2011

La pasa

Yo sé que no me van a creer.
Quizás estén cansados de mis fabulaciones.
A lo mejor...ya no toleren las mentiras (cosa probable ya que,verdaderamente, los he fatigado).
Pero la cosa, al fin de cuentas, fue así:

Me tragó un colchón.

Fui a la colchonería a buscar uno de 2 plazas (...) y dio la casualidad de que el encargado del salón era un ex-compañero de secundaria: "El Nacho Quiroga" (el mejor pilar derecho que vi en mi vida).
Recordamos anécdotas de clavículas quebradas, taponazos de aluminio, torneos de Seven en Santa Fe, riñas estúpidas por minitas en boliches, etc. Actualizamos nuestros datos personales y luego de que me contara que se había casado con "la chica de la panadería" (era un infierno esa morocha, siempre le tuve ganas pero nunca me dio bola)...le pregunté si tenía alguna oferta "realmente buena" de alguno que tuviera resortes...
Me dijo que había llegado uno que era "...un sueño...", pero que estaba en el depósito ..."te lo traigo en un segundo..." (agregó).


Mientras esperaba a Nacho, me recosté sobre un colchón que tenía un estampado floreado.
Ni bien puse la cabeza sobre la almohada, ¡comencé a hundirme!. Intenté aferrarme pero el nylon me lo impidió y resbalé hacia el interior.
En menos de lo que demora un gallo en cantar, el colchón se rehízo. Quedé adentro moviendo las manitos cual mimo y viendo todo como si estuviera detrás de un vidrio sucio.
No sirvió de nada patalear, gritar, rasguñar. Nadie se percató de mi situación.
¡Ni siquiera "El Nacho Quiroga" se enteró que había desaparecido! Sólo se dignó a traer el colchón convenido (la verdad, es que parecía muy bonito) y como si nada hubiera sucedido: lo puso sobre una cama de algarrobo, le agregó un lindo cubrecama color carmín y mientras le acomodaba los bellos vuelos tejidos a crochet, entró una vieja al local y...previo asentado de su culo sobre el mismo, se lo llevó sin titubear.
¡Devuélvame el colchón! (chillé estérilmente).

El tiempo fue pasando y... tuve que alimentarme con la lana del interior, al principio me resultó bastante insulso pero descubrí que si la untaba en las raíces de las flores, se endulzaba y quedaba como algodón de azúcar.
Calmaba mi ansiedad... recorriendo el interior como si estuviera en una excursión ¡Nunca pensé que fuera tan inmenso un colchón! ¡A veces demoraba días en retornar al punto de partida!
¡Hasta diseñé una especie de patineta y me deslizaba por los resortes como si fuera una gran montaña rusa! ¡Cuánto mareo!¡Cuánta jarana!
Llegó un punto tal, en que comencé a sentirme demasiado cómodo y temí porque a alguien se le ocurriera sacarme de ahí.
¡Sobre mi cadáver!

Lástima que los momentos radiantes son como parpadeos: las flores se secaron (según Nacho: "...se decoloraron producto del paso del tiempo y la exposición al sol..."), la lana se fue descompactando ("¡...también si esta lleno de boludos que, para probarlo, se tiran encima como si fuera un pelotero...!) y.... nos terminaron vendiendo por dos mangos a una pareja de imbéciles creyentes en el amor.
La cosa tuvo su desenlace cuando en un hermoso amanecer otoñal, me acuchillaron violentamente(un ladrón buscaba desesperadamente, efectivo entre los resortes).
Por suerte, tuve tiempo (aunque agonizaba) de vivir un maravilloso espectáculo: a medida que las flores iban retomando su color bermellón y la lana recuperaba su densidad, yo me iba secando...
igual que una pasa de uva.

jueves, marzo 17, 2011

Una parte de portland, tres partes de arena y agua

Siete treinta y uno.
El sol es el mismo pedazo de fuego que ayer.
Me pongo de costado en la cama, mirando hacia la ventana.
No dan ganas de bañarse, de cepillarse los dientes ni de desayunar.
Si usara pañales no tendría que levantarme para orinar.
Nada a cambiado.
¡Hasta los pájaros repiten melodía!
¿Por qué nadie dice que la luna es un pedrusco frígido?
¿Qué diferencia existe entre ese golpeteo que la cuchara del albañil da sobre el balde y el latido de mi corazón?
Giro nuevamente, cubro mi cabeza con la almohada.
¿y si...? ¿sólo almuerzo?
Da lo mismo, lo que coma después lo cagaré...
¿Por qué nadie dice que...la nube es una masa de vapor suspendida en la atmósfera, una masa desfigurada que NO GUARDA SUEÑOS: sólo cristales de nieve o gotas microscópicas (necroscópicas).


Siete treinta y uno.
El sol es el mismo pedazo de fuego que ayer...