La Corrida de Toros es un fiel reflejo de la cobardía.
¿Por qué el torero no se enfrenta cara a cara con el toro cuando el mismo está en su apogeo de bravura; sin limarle los cuernos y sin el apoyo de cuadrillas, banderilleros, picadores, etc?
En patota y ya el bovino debilitado, cualquiera lo mata.
Bueno. ¡Con qué criterio hago éste comentario! Si cuando los argentinos pudimos "tomar el toro por las astas" en aquél memorable "Cacerolazo" - "Que se vayan todos": ¡Nos cagamos encima!
Si no hubiera sido por el plumerío que dejamos en las calles, hubiéramos podido (tan sólo) cambiar la historia.
martes, abril 29, 2008
Tórax gélido
Publicado por LA GORDA en 19:43
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