A algunos se les da por coleccionar figuritas, tapitas, estampillas, latas de cervezas, etiquetas de cigarrillos, bombachas, etc.
Pero al General Julio A. Roca (Sí, el que aparece en el billete de $100), se le dio por coleccionar huesos. No cualquier hueso que ande por ahí: sólo los huesos de aborígenes.
Como no había muchos de "esos" cerca de donde el vivía, decidió emprender un viajecito a la Patagonia y para su asombro encontró miles... pero hubo varios inconvenientes: estaban cubiertos por un órgano llamado "piel" y se "movían" y parece que tenían "sentimientos" dicen los que saben que en un momento de locura hasta supuso que "respiraban" que "vivían".
Gracias a dios pudo convencer a toda su gente, a comerciantes y a los financistas que promovieron ese viaje de que era sólo una ilusión óptica en la "Batalla del Desierto".
Así que... la ola de bárbaros fue "felizmente" destruida (por el bien de la humanidad) y "Don Julio" pudo cumplir con su deseo de completar el "álbum" y logró exhibir "vivos" su vasto repertorio .
Posteriormente la descomposición convirtió en despojos a los "peones de limpieza conquistados" los cuales expuso en el Museo de Ciencias Naturales De La Plata.
¡Atrévase a soñar, porque aquí los sueños... se hacen realidad!
martes, septiembre 30, 2008
El Coleccionista de Huesos
Publicado por LA GORDA en 17:44
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