Vi (por millonésima vez): "Pink Floyd The Wall".
Nunca me es fácil regresar. Para lograrlo tengo que conectarme al pulmotor porque siento la falta de aire.
Y vuelvo... cansado, desahuciado.
Le pongo un par de hielos a la cerveza (porque se me calentó), y la tomo igual: sé que ha cambiado. Por más que la enfríe, no volverá a ser la misma.
Me es indiferente, porque yo tampoco soy el mismo.
5 comentarios:
me es indiferente,porque yo tampoco soy el mismo
casanova:
¡Recoño! ¡Vale!
Chido tu blog, gracias por la invitación.
La cerveza, cheve, ya no es la misma cuando se calienta pierde su esencia original, pero es peor cuando se quema ;)
Marla:
Muy cierto, escarchada es también irritante.
Recuerdo un pasaje de la película donde Mr Floyd hastiado reza "día tras día el amor se vuelve gris como la piel de un moribundo..." antes de volverse loco completamente y destruír toda la habitación. Es una escena fuerte y que deja varios mensajes.
En el caso de la cerveza también se desvanece con el paso del tiempo, mas aún cuando está a la intemperie; las burbujas trepan en pequeñas filas hasta estallar en el eter.
Abrazos de lúpulo!
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