lunes, enero 14, 2013

Forever

Un amigo me pidió que lo ayudase a llevar un castillo inflable a un cumpleaños. Y, lamentablemente, acepté.
La cosa fue que cuando llegamos a la casa en cuestión, nos abrió la puerta nada más y nada menos que ¡"El Mostro Gómez"!.
Por suerte,  simuló no reconocerme y yo le seguí la corriente pero con cierto recelo ya que presentí que algo se traía entre manos.
Nos indicó poner el castillo de "El Lagarto Juancho" en medio del patio.
¿Y dónde está el agasajado? pregunté curioso.
¡Soy yo!, respondió un Gómez que, orgulloso, mostraba ahora un gran bonete en la cabeza.
La verdad es que no invité a gente...¡Quería pasarla sólo con mis seres queridos!  le dijo "El Mostro" a mi compañero.
Recorrí con mi mirada el panorama y me pareció bastante desolador. Había  un globo atado a un enorme clavo doblado que, también por torpeza, había quitado el revoque de la pared y completaban la escena: una mesa de plástico con uno de esos individuales de plástico (con el dibujito de Mazinger Z), un banquito de plástico, vasito del mismo material (con vino) y un bol de vidrio  repleto de corchos de sidra.
Conectamos el castillo y ni bien quedó bien hinchado, "El Mostro Gómez" se dirigió raudamente hacia adentro de la casa y ahí nomás salió con una carretilla y una pala y comenzó a tirarle a "Juancho": bolsas de supermercado, pilas, encendedores, tapitas de gaseosa, botellas de cerveza, planchas de telgopor, disketes, vasitos de yogur, cuplas, termómetros, etc.
Cruzamos, con mi compañero, miradas desconcertadas.
El piso del castillo quedó tapizado con toda esa basura, "El Mostro" ajustó bien los cordones de sus zapatillas y se mandó al interior.
Verlo ahí, brincando como un pebete, con toda esa porquería a su alrededor, nos causó gracia. 
¡Vengan, métanse, ya estamos todos! nos dijo exultante.
Está bien, gracias, tenemos que ir a otro cumpleaños, mentí cortésmente.

 


1 comentario:

tecla dijo...

Jajajajajaj
Vámonos de aquí que huele mal. Pies para qué os quiero.