viernes, febrero 01, 2013

DieGo

Primero, la palidez. Un semblante mortecino lo poseyó por completo.
Luego, la frialdad...o quizás estuvo antes la gelidez y después el pallor mortis. 
No quiero recordarlo.
¿Qué ser consciente se apasiona con la muerte?
¿Qué ser sensible evita respirar?
Quisiera olvidarlo...
Ojalá no hubiera contestado el teléfono o si... ¡al menos le hubiese dicho que íbamos a salir!.
Lamento, terriblemente, que viniera sólo a decirnos:
"Al momento de nacer también, en parte, empezás a morir".
Lamento terriblemente...
haberlo generado.


2 comentarios:

Muma dijo...

Lo de seres vivientes es puro marketing, o cómo diría un amigo, garketing......Somos seres muri.entes!!!!
Besos!!!

Pd: me vino a los oídos esto:http://youtu.be/7qlTrxwwsMM

tecla dijo...

Hermoso poema, Gorda mío. Quién va a querer morirse adrede.
Excepto que tenga un dolor terrible que no pueda soportar.