miércoles, junio 27, 2012

The Dark Side of the Sky


a M.B., con todo mi cariño.

¿Y si el Creador, el Todopoderoso, fuera en realidad el "miasmísimo" Diablo?
¡Qué fabulosa perversión!
¡Qué maravillosa e infernal estrategia!
¡Cómo, el muy Diablillo, estaría descuajaringándose de la risa!
¡Con cuánto fervor, al sucumbir, recibiríamos la Gloriosa y Eterna festichola!
¡Todo tendría sentido!
¡Todo!




jueves, junio 21, 2012

El operario

Ojalá supiera escribir.
Pero...sólo soy un operario sobre una plataforma petrolífera, en el medio del mar.
Mis hermanos siempre fueron: el acero, el petróleo y un charco inmenso de agua.
Ojalá pudiera contarles mis vivencias sobre esta cuna metálica que mece el desamparo.
Ojalá hubiesen visto al sol ahogarse, una y otra vez, durante cada ocaso.
Ojalá lo hubiesen visto romper el día, cubierto por su bufanda de nubes.
Si yo supiera escribir les contaría todo eso y mucho más.
 Les hablaría sobre las estrellas, la luna y la noche o sobre la soledad de las estrellas, de la luna y de la noche...
Pero no puedo hacerlo, ni siquiera puedo escribirle una metáfora a mi amada:
"Tus labios son como..." o "Son como...tus labios." o " Como...tus labios son"
Ha de ser porque...
sólo soy un operario sobre una plataforma petrolífera, en el medio del mar.









viernes, junio 08, 2012

El panzón

"Llorar a lágrima viva.
Llorar a chorros.
Llorar la digestión.
Llorar el sueño..."
O.G.

Uno también debería poder llorar hacia adentro;
que de alguna manera las lágrimas realicen el recorrido inverso:
pasen por detrás de los globos oculares y 
se junten en la buco-faringe con los mocos y con el sollozo.
Luego, que todo ese mazacote se vaya acumulando en el estómago.
Y se llene la panza como se llena de mierda una cámara séptica.
Y que después de sucesivos acontecimientos dañinos,
uno termine reventando como un sapo.
Salpique con una babaza verde a cuanto transeúnte ande dando vueltas 
y, desde lo más profundo de las entrañas,
un llanto visceral estalle y rebose con escalofríos cada rincón del mundo.

domingo, junio 03, 2012

Sol

Córdoba es como un ronquido de mujer.
La cañada es el último resto de una ciudad criteriosa,
de una ciudad que pensaba en el futuro.
Ahora,  pululan los viejos pervertidos en la plaza San Martín,
la desincronización semaforil,
las facultades de putas,
la grasa en los labios,
los edificios osteoporósicos.
Córdoba es como un grano en la espalda.
Con sus árboles plomizos,
con sus perros callejeros y sus calles perrunas,
con su collage de nylon,
con sus noches desinfladas,
con su fluir de alcantarilla,
con su abisal foso, (todo el mundo lo sabe) ese hundimiento ha de contribuir para hacinar tanta mierda.
Córdoba es...
como una pelusa en el ombligo,
como un chicle en el pelo,
como una teta sin pezón,
como una basura en un ojo de vidrio.

sábado, junio 02, 2012

Saturno

Las polillas no sólo dicen que, nosotros, los ácaros: no existimos,  también dicen que siempre soñamos lo mismo.
¡No sé por qué carajo se andan metiendo! ¡Manga de naftalinas!
¿Quiénes se creen que son, mariposas? ¡Si las bobas se enloquecen apenas ven a un foquito de luz! ¡Ahora resulta que volar en círculos es volar, por favor!
Y...sépanlo:
¡Tener siempre el mismo sueño no es lo mismo que soñar siempre lo mismo!

viernes, junio 01, 2012

Venus

Mayo de 2010, Grand Hotel Sauerhof, Viena.
IX Congreso internacional de Magneto Cardiología " Radiación electromagnética en válvulas semilunares".

El primer disertante iba a ser nada más y nada menos que el prestigioso Spencer King, Director de Cardiología Intervencionista en el Emory Hospital, de Atlanta. Pero...surgió algo impensado.
Apareció un hombre y pegó un papel afiche, con cinta de embalar marrón, en la pared. Lo puso al lado del óleo del señor con traje azul (el que está apoyando la mano en una mesita), o sea visto de frente lo colocó entre la planta y el piano.
Sobre el fondo blanco del papel contrastaba un rústico corazón rojo, el mismo estaba atravesado por una flecha (como si hubiera sido dibujado por un niño).
"El problema del sentir se sitúa aquí, en el corazón. Eso, cualquier papanatas lo sabe" (comenzó diciendo).
"¿Alguien tiene una lapicera?" (preguntó a la audiencia y... obviamente el chupapija del Dr. Röhm se la cedió).
Dividió el corazón en cuatro y dijo:
"He aquí el quid de la cuestión, la división física ocasiona inexorablemente una división en el senti-miento".
En ese instante ingresó al salón personal de seguridad y "delicadamente" le solicitaron al buen hombre que se retirase.
"¡Si tan sólo pudiéramos suprimir los compartimentos o mejor dicho compartimientos...!"
Fue lo último que le escuchamos decir antes de que se lo llevaran.
Luego...el alemán se levantó, quitó el afiche (sin poder evitar que se saltara la pintura), lo abolló y como no había cesto de basura; lo guardó en el bolsillo de su traje.