viernes, junio 01, 2012

Venus

Mayo de 2010, Grand Hotel Sauerhof, Viena.
IX Congreso internacional de Magneto Cardiología " Radiación electromagnética en válvulas semilunares".

El primer disertante iba a ser nada más y nada menos que el prestigioso Spencer King, Director de Cardiología Intervencionista en el Emory Hospital, de Atlanta. Pero...surgió algo impensado.
Apareció un hombre y pegó un papel afiche, con cinta de embalar marrón, en la pared. Lo puso al lado del óleo del señor con traje azul (el que está apoyando la mano en una mesita), o sea visto de frente lo colocó entre la planta y el piano.
Sobre el fondo blanco del papel contrastaba un rústico corazón rojo, el mismo estaba atravesado por una flecha (como si hubiera sido dibujado por un niño).
"El problema del sentir se sitúa aquí, en el corazón. Eso, cualquier papanatas lo sabe" (comenzó diciendo).
"¿Alguien tiene una lapicera?" (preguntó a la audiencia y... obviamente el chupapija del Dr. Röhm se la cedió).
Dividió el corazón en cuatro y dijo:
"He aquí el quid de la cuestión, la división física ocasiona inexorablemente una división en el senti-miento".
En ese instante ingresó al salón personal de seguridad y "delicadamente" le solicitaron al buen hombre que se retirase.
"¡Si tan sólo pudiéramos suprimir los compartimentos o mejor dicho compartimientos...!"
Fue lo último que le escuchamos decir antes de que se lo llevaran.
Luego...el alemán se levantó, quitó el afiche (sin poder evitar que se saltara la pintura), lo abolló y como no había cesto de basura; lo guardó en el bolsillo de su traje.





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