martes, enero 20, 2009

El hombre de agua

Era una noche negra y tormentosa, mis zapatillas chapoteaban sobre el asfalto y la única luz que había se contorneaba por el viento y daba destellos miserables de claridad.
En ese instante, un hombre un tanto demiurgo; me tomó por los hombros y me dijo:
"... a Corradini lo mandó a matar la mujer y su amante policía. O casualidad que justo un mes antes del siniestro la esposa del susodicho le incrementó la suma asegurada del seguro de vida y para nuestro asombro, designó una cuenta bancaria donde depositar el dinero en caso de que ocurriese tal aciago final; sí, adivinaste: la cuenta que plasmó fue la de su -noviecito-..."
Comenzó a reirse y sólo pude contar 1 diente sano en su boca, sus ojos se desorbitaron y empezó a bailar y a hacerme morisquetas.
Quedé pasmado.
Continuará...

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Esa virtud que tienes es admirable, tanto para las narraciones como para soñar despierto y recibir esta y otras tantas señales. La intuición y la sabiduría te acompañan como un ciego herido de luz, siempre palpando, palpitando y descubriendo los fantasmas que se esconden en cada esquina.
Abrazos de calesita!

Patricia Polo dijo...

mm ni idea, yo lo veo bien a mi texto jeje,,
gracias igual por el dato

saludos ^^

LA GORDA dijo...

¡Gracias Sebote!
M.D bueno igual, fue buena la intención...

La última de la fila dijo...

Interesante el blog! Me piache...

Te voy a seguir!!

Besos

L.U.

Pi dijo...

Che, estan buenas las historias... me haces dar ganas de escribir de nuevo... eso de la literatura es apasionante!!

LA GORDA dijo...

fila: bon appétit.
Agus: pues, arranque ese motorcito, sino va a quemar la tapa de cilindro y lo tendrá que rectificar...