Mi labio superior envuelto por tus labios,
lozanos.
Un torbellino mi corazón.
Peregrinan, mis ciegas manos, por tu rostro.
Desvisten sonrisas,
lunares,
soledades.
Sueñan los deseos sobre tu cuello,
agitados,
perceptibles.
Respiro hondo.
Llora, inevitablemente, el desierto.
Una caricia sorprende lo imposible.
Le da vida,
un sentido.
Mi labio inferior,
abrazado por tus labios.
Una
catarata
mi
corazón.
jueves, noviembre 18, 2010
Respirando bajo el mar
Publicado por
LA GORDA
en
16:19