viernes, noviembre 04, 2011

Intercambio de humores

Soy un estúpido o quizás...he sido influenciado por mis "entrañables" convicciones refregoneras...o quizás mi subconsciente, simplemente, me propinó una buena estratagema.
La cosa es que olvidé el gran argumento que, "El Mostro Gómez" tenía para con el abrazo.
Sería muy perverso si lo comentara pero, dadas las circunstancias en las que se encuentra nuestro actual planeta...sería un imbécil si así no lo hiciera:
"El abrazo es una auténtica paparruchada.
Por lo general, en el abrazo, alguien quiere abrazar y el otro recepta por obligación.
Otro caso es cuando el que abraza se fija si frota sus tetas o su pija en el otro.
Otra situación se pone de manifiesto cuando el que abraza o el que recibe esa "supuesta muestra de afecto" se pregunta o se preguntan : ¿Cuándo termina esto?
Otra situación es cuando, con un par de palmadas; cualesquiera de las partes, dan por finalizada la "cantidad de cariño" necesaria.
Otra interpretación bien podría ser que algunos de los congéneres lo asimile como "tomar" "apresar" "poseer" o "aprehender" a alguien.
O bien... ¡podría considerársele como efecto vibrador, perdón, como efecto consolador! (en cuyo caso habría una clara muestra de interés particular).
Y por último, por qué tiene uno que andar oliendo un cabello in/mundo o un sobaco hediondo. ¿Para qué exponerse a semejante intercambio de humores?".

Creo que están más que justificados los motivos del supuesto oculta-miento...