lunes, noviembre 28, 2011

Los Pilotos

Hoy tendría que haber ido a ver a Tocho y Ñatita. Hace mucho tiempo que no voy. ¿Cuánto? ¿9, 10, once años? ¡Ya casi no lo recuerdo!
Hubiera sido lindo escuchar esas historias de ovnis del Tocho o compartir una latita de cerveza con Ñatita o esperar que el índice del Tocho impacte en mi panza mientras hace avioncito y dice:"...rrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrroooooodrigo".
Hubiera sido lindo sentarme en la mecedora y moverme bien fuerte hasta que el Tocho me pare diciendo: "...¡Eia, nooooooo... cuidaaaaadooooo!".
O abrir la heladera y comerme una porción de dulce de membrillo (pero sin queso) o decirle a Ñatita: "...¿Todavía estás vivita y coleando?...y ella hubiese respondido: "...hierba mala nunca muere..." y hubiera vaticinado: "...ya vas a llorar sobre mi tumba..."
Hubiera sido lindo inclusive, la despedida: el Tocho sugiriendo prudencia con el vehículo (porque al fin y al cabo... ¿no es la vida como la conducción?) y finalmente... el Tocho tomando posición de corredor de 100 m llanos y desafiando una carrera al coche.
Hubiera sido lindo, si no fuera porque desde hace tiempo los autos de mis abuelos: cayeron en la ciénaga.