jueves, diciembre 01, 2011

Pájaro de fuego

Amanece, el cielo límpido se enchastra por los aviones: uno, dos, tres, cuatro, miles de aviones surgen de la nada, se ennegrece el sol. ¡Cuánto estrépito! ¡Pareciera que la bóveda se fuera a quebrar!
Las vacas, las malditas vacas también aparecen. Miles de vacas embisten a la gente y ni bien son tocadas, las personas se transforman en muñecos.
Miles de muñecos de plástico empiezan a corretear por los sembrados. Intento rescatar algunos niños de tal terrible desenlace pero son demasiados para mis brazos. Disparos. Alguien con escopeta le tira a las vacas. Las vacas se prenden fuego e incineran a los muñecos, los derriten. Corro hasta el rancho del tipo de la escopeta. El aire está impregnado con olor a carne y plástico quemado. Las bolas de fuego con patas se nos acercan. No hay manera de detenerlas. Una bola gigante impacta y la escopeta cae al suelo, el pelele queda calcinándose. El rancho es una hoguera. Mis pelos comienzan a hacerse de paja, todo mi cuerpo: de trapo...¡Soy un espantapájaros achicharrándose!¡Soy un espantapájaros achicharrándose!...