miércoles, diciembre 07, 2011

MADEJA (Chapter 8)

(Si te perdiste o querés releer/reveer los capítulos anteriores andá a www.madeja.com.ar o clickeá el siguiente enlace: MADEJA)



(Malbeck caminando en la plaza del barrio. Gente andando en bici, perros
rompiendo bolsas de basura, parejas tomando helado, chicos hamacándose, etc.).

Estoy cansado.
Mi cuerpo lo siente, mis piernas apenas pueden sostenerme.
Mis fémures son como agujas que se introducen cada vez más en el coxal y lo
perforan y le trazan ojales a mis vísceras y terminan saliendo por mis hombros y quedan mis patas a los costados del mentón.
La gente me cansa. No me es posible digerirla.
Ojalá alguien me convenza de que no es cierto, de que no es cierto pensar lo que siento.
Muchas veces tengo la sensación de que…

(Todos los personajes de la plaza lo señalan y se ríen)

todo el mundo se burla de mí.
Si al menos… alguien con un megáfono dijera:
¡Corten! ¡Corten!
¡Vamos de vuelta: toma 1, retoma 2!
Y se acabe este complot.
O… ¡que aparezcan los créditos!
Si tan solo hubiera algo a que aferrarme…
Mis grandes estructuras, se han desmoronado. A veces pienso que sería sano creer en alguna pelotudez como por ejemplo: la cintita y la cura del empacho o en el “zoo-diaco”.
Pero, lamentablemente, tuve que ganar esa maldita carrera de espermatozoides.
Y encima agarré la sortija para girar y girar y girar y girar... ¡en esta calesita mental!

(Malbeck se sienta en uno de los bancos de la plaza, junto a un linyera)

No Malbeck, la gente no es mala.
¡Eso podrías decirme vos! ¿No?

(El linyera ni siquiera lo mira).

¿Cómo? , te respondería incrédulo.
No es mala la gente; repetirías, dejando la caja de vino en el piso y mirándome a los ojos.

(El linyera, en realidad, sigue tomando su tetrabrick).

Y yo, reprochando te diría:
Fijate croto que, desde que una persona nace, le intentan meter rasgos de humanidad. Eso quiere decir que no es innato el bien.
Se le enseña un idioma, a no cagarse en los pantalones, a comer, a dormir, a caminar, a compartir,
a no pelear, a amar, a no violar, a no mentir, etc., etc., etc.
El hombre es naturalmente malo e intenta desesperada y fallidamente componerse.
La vida para él, es luchar no sólo contra esa corriente congénita sino contra un cauce también vil.
Me gusta conversar con vos…
¡Te mereces un regalo!

(Se ve a Malbeck dándole indicaciones y plata al linyera)

(El linyera ingresa al prostíbulo donde trabaja La Turca, la toma de la mano y se meten a una habitación).

(El linyera sale del lugar, La Turca lo besa y Malbeck se descontrola)

¡Sos una Puta Turca! ¡Basura! (Malbeck la toma del cuello e intenta ahorcarla).
Madama- ¡ Policíaaaaaaa!

(Varias trolas salen en defensa de La Turca pateando y empujando a Marbeck hasta la calle)

¡Son unas sucias! ¡Cucarachas! (grita Malbeck)
¡Hijo de puta! ¡No te quiero ver más por acá!
¡Si llegas a volver…ya sabés la que te espera! (responde La Turca)
¿Ves lo que te digo…? ¿Cómo te llamabas…?

(el linyera lo mira pero no responde, sólo mueve las manos dándole a entender que no puede hablar)

¡La puta que lo parió! ¡con razón nos llevamos bien…! ¡Sos sordo!
Bien, como te decía:
Ya que somos tipos grandes, contame… ¿Te harías un tatuaje con el nombre de tu amada?
Decime si no es una payasada eso de que si cerrás los ojos podés reproducir con exactitud su rostro.
¡En la “Turca” vida pude hacerlo!
Te debe haber dado hambre… vamos a llenar ese estómago.
Lamentablemente, no te puedo llevar a lo de “Ohh Mar”.
Te hubiera encantado…

(Se sientan en la mesa de un restaurante modesto y Malbeck continúa con su monólogo).

Te confieso algo, porque al fin de cuentas somos… ¡como parientes!
¿Acaso tenemos algo que perder?
¿Acaso no soy también un pordiosero?
Desenmascararemos un gran mito, bah vos la debes tener más clara que yo…
La soledad es conveniente.
Decime si a la corta o a la larga, no terminas pateando los castillos de arena del aire para…¡construir un Desierto terrenal!

(El linyera se toma la cara con las manos y comienza a llorar desconsoladamente).

(Malbeck intenta calmarlo pero no puede. Rumores varios en el restaurante).

Probá este vino…te va a hacer bien, ya vas a ver.

(El linyera agarra la botella del pico y le da un buen sorbo).

Hay cosas peores… mirá, sin ir más lejos…
¿Cómo es posible que a las otras mesas siempre les toca el mozo más ágil?
¿Por qué tengo que tolerar el crujido que esa vieja hace con su dentadura postiza?
¡Si no callan a ese chico malcriado lo adobaré antes de freírlo!
Siempre traen, primero el pan y segundo la bebida.
¡Queremos lasaña!
¡Detesto los restaurantes!
Un solo diario para 157 personas y nunca falta el pelotudo que lo deja desarmado o que pegotea las páginas con mermelada o gelatina.
No quiero imaginar que ese cajero, con sus uñitas largas…amasará nuestra comida o que utilizará la salsa existente en el bigote de aquél viejo pervertido.
Disculpe… ¡la mesa está llena de migas!
Ehhh…los cubiertos están mal lavados, ¿los podría cambiar?
Pst! PssssT!! ¿Cerraría la puerta de la cocina? ¡La ropa se impregna de olor!
¡Gracias!
Ahh, ¿me traería hielo?
Sordo, no sé si me estoy poniendo viejo pero ya no tolero los hielos de esas hieleras de mierda que vienen ahora ¡quiero hielos grandototototes, como los de antes! ¡Quiero limpiarme la boca con el mantel o con un repasador y no un rollo de cocina ni con esas servilletas de nylon que desparraman en vez de absorber!
Me conformo con poco, con levantarme y ponerme 2 medias negras...
¡pero que sean del mismo par!
¡Quiero ver a un ciego fumando!
¿Nos traería otra botella de vino?
Mirá cómo adivino…seguro que al imbécil se le rompe el corcho.
Seguro que nos vienen a preguntar si tenemos cambio para pagar.
Seguro que la lasaña está hecha con albóndigas, ravioles y ensalada rusa molida.
Seguro que nos ofrecen de postre: flan
¡Decime si esa consistencia gomosa no lo asemeja al vómito!
Vamos sordo, llevame vos ahora a un buen lugar donde pasar la noche.
Necesito descansar.


Continuará…

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