sábado, marzo 24, 2012

Fractura expuesta

Agarró una pala, se puso una de esas linternas que van en la frente y envolvió el mango del cuchillo con un diario, como suelen hacer los verduleros.
Ya en el cementerio se puso a exhumar los restos de su amada. Le serruchó con delicadeza su mano izquierda, la guardó en la mochila y volvió a dejar todo como estaba.
Llegó a su casa, se bañó y se recostó en su cama junto a ese trozo de cuerpo. Mezcló sus dedos entre los dedos fríos y rígidos de ella y forzó la mano para que pudiera cerrarse.
Ahí quedaron.
Piel con piel,
carpos con carpos,
metacarpos con metacarpos.
Un ramo de dedos.
Los dos siendo...
un
sólo
tuétano.

2 comentarios:

Le0 dijo...

Ser uno hasta el interior de los huesos..., magnífico

LA GORDA dijo...

Gracias Le0. Sólo hay que tener ojo con la osteoporosis!!!