miércoles, mayo 07, 2014

El cacharro

De repente...me llené de tristeza.
Como un cacharro con la lluvia.
Un cacharro que nunca lo engalanaron para que sea parte de este entumecido decorado.
Un cacharro olvidado, condenado a larvas de mosquitos y a los disparos de un tiempo sin pulso.
Ni siquiera servil porque, perros sin lenguas.

Me llené de tristeza.
Como un cacharro bajo una canilla rota.
Un cacharro que, para que no sienta frío,
la
vida
le
cubre
con
óxido
el
cobre
que
corre
por
sus
venas.










1 comentario:

Muma dijo...

De repente...me llené de poesía.