lunes, febrero 15, 2010

Manteles

Sebastián Herrero no es cualquier pajarraco; a diferencia de otros plumíferos, éste tiene la particularidad de poseer rabo (con el cual se la pasa haciendo morisquetas) y hocico (con el cual tiene la manía de "ladrarle al espanto").
Esta serie de poemas que comenzaremos a publicar corresponden a un -vademécum- denominado "MUJER VERDE".


Los manteles
ofrecen una alegría tan triste,
reflejan cuadrillé en los ojos de la gente cosa.
Sin forma.
Si tan sólo fuesen...
peineta, cordón, cajita o yacaré.
Algo,
simplemente algo más que gente.

Rodrigo Galíndez - Sebastián Herrero Cruz

8 comentarios:

Yo NO SOY Cindy Crawford!! dijo...

Si la gente fuese simplemente algo más que gente...

tecla dijo...

Yo he bordado manteles Gorda mío.
Y te prometo que no eran alegría triste.
Mis manteles son alegres, con amapolas, y encajes de brocado y filtiré.
Me gustan los manteles limpios y planchados con su arruga del doblez
y una mesa bien puesta, con manjares y licores de lujo y fantasía.
Un mantel bien bordado por unos ojos y unas manos soñadoras, es una ofrenda que se hace a la gloria.
El mantel del que habla este poema, solo es un trapo encima de una mesa.
Es cierto, con una algría triste.
Buen poema.
Tiene alma. Y eso es lo que cuenta.

LAO dijo...

Los leeremos para ver que pasa... UN ABRAZO

YO dijo...

no le doy bola a los manteles....como tan rapido!!!

Flor S dijo...

Mis manteles son muy bellos. De colores, con flores y bastante verde. Nada de cuadraditos monotonos y trillantes.

Que alegría leerte de nuevo gorda!
Ahora con acompañante. Me gusta ;)

Beso enorme!!

Zayi Hernández dijo...

Y los que no usamos manteles, qué nos queda?
Besitos

Taller Literario Kapasulino dijo...

Excelente metafora. Me gusto mucho

Maria Susana dijo...

Los manteles son muy útiles...a veces.
Para limpiarse las manos y la boca despues de comer y juntar rápido las miguitas. Que se tiran en el fondo de la casa. Nunca en el frente y jamás de noche.