miércoles, septiembre 29, 2010

Filantropoman

No soy de establecer contacto.
No suelo mezclarme.
Me resulta placentero aniquilar silencios en el ascensor.
Ahí también acribillo la respiración.
Por eso, creo que he progresado.
En otro momento hubiese friccionado su nariz contra el fango.
Es cierto que tuve la necesidad de morderlo y... no soltarlo.
Con una navaja, bien pude haberle quitado las uñas.
Casi le introduzco (previo colocado de embudo) sanguijuelas en el orto.
Evité dilacerarlo(cosa que no hice con Rita)
¡Oh, Rita, Rita…pobre Rita!

Me contuve.
Y nada de eso ocurrió.
Sólo estreché, cálidamente, su mano.
Abrí bien grande los ojos (no pestañee) y le mostré la mejor de mis sonrisas (esta vez sin bruxismo)
Creo que me salió bastante natural, e inclusive...
¡Hasta le parecí simpático!